Galerna Patrullero

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Galerna



Construido por Hall Russell. Aberdeen. Escocia. Reino Unido, 1927.

Desplazamiento: 1.204 t. Dimensiones: Eslora 70’20, por 10’50 de manga, por 5’80 metros de calado. Maquina: Alternativa de triple expansión, con 425 C.V. Velocidad máxima 10’5 nudos.

Galerna
Galerna. Autor desconocido.

Era un bacaladero construido para PYSBE, muy marinero, se encontraba en Bilbao al producirse el alzamiento, por ello se incorporó a la marina vasca, utilizado sobre todo para mantener la comunicación con Francia, en una de sus salidas, fue apresado el 15 de octubre de 1936, por la 2ª flotilla de bous nacionales con base en Pasajes, compuesta por el Alcázar de Toledo (al mando del alférez de navío don Javier Saldaña Sanmartín), Virgen de Icíar (al mando del teniente de navío don Ángel Bona Orbeta), Denis, (al mando del teniente de navío don Manuel Aldereguía Amor) y Virgen del Carmen (al mando del teniente de navío don Francisco Javier Quiroga Posadas), fue avistado por estos a las 15:00, pasando una dotación de presa del Alcázar de Toledo, para marinarlo al puerto base de la flotilla.

Al comprobar que el buque estaba en muy buenas condiciones, se le ordeno el 30 seguido pasar a Ferrol, donde se le montaron dos cañones Vickers de 101’6/50 mm, más tarde se le instaló una ametralladora Rheinmetall de 20 mm sobre el puente, confiriéndole un amplio campo de fuego, el 21 de noviembre salió al mar al mando del capitán de corbeta don Pablo Suanzes Jáudenes y como 2º el teniente de navío D. Manuel Ortiz González, dando protección a un mercante, zarpando de Ferrol con destino a Ribadeo, continuando rumbo a Pasajes, donde estaba establecida la base de los bous nacionales, al llegar fue elegido como capitana de la flotilla allí destinada.

El 1 de enero de 1937, sale de puerto por aviso de la presencia de un mercante, era el Blacckhill, quien consiguió librarse de la captura al ir muy pegado a tierra, protegido por la artillería de costa de Bilbao, a pesar de haber efectuado más de treinta disparos, pero con unas piezas ya desgastadas procedentes del acorazado España 2º, por ello no hizo blanco, al estar en derrota a su base, como se había anunciado su presencia, sufrió el bombardeo de un avión gubernamental, quien le dejo caer tres artefactos cuando se encontraba frente a Guetaria, pero maniobrando pudo evitar ser alcanzado.

Al día siguiente salió a la mar junto a tres bous armados, por haber sido notificada la presencia de un mercante, al cual al llegar a divisarlo, casi a su lado se encontraba el destructor José Luis Díez, pero éste para asombro del patrullero se guareció a sotavento del mercante, aunque a su vez con su presencia impidió que el mercante fuera capturado, ya que el Galerna y sus escoltas no se atrevieron a acercarse, eso sí, de vez en cuando el destructor le disparaba, pero sin acertar ninguno de los cuarenta y tres disparos.

El 5 de marzo se hizo a la mar, por serle ordenado formar parte del dispositivo para capturar al Mar Cantábrico, correspondiéndole la zona de patrulla frente a Saint Nazaire, rumbo a ella se encontró al Artriba-Mendi (2.543 TRB.) al que capturo y con dotación de presa entró en Pasajes, transportaba una carga de patatas y carbón, el seguido 11 estuvo siguiendo al Conde de Zubiría, pero este algo más rápido logro entrar en Brest, eso sí, en el transcurso le acertó con varios disparos de su artillería, causándole varios heridos.

Entre los días 27 de marzo y 2 de abril, formó parte de las fuerzas navales para bloquear en tráfico marítimo en el Cantábrico, comisión de control y vigilancia de todo buque en la mar, pero el 4 de abril de nuevo alistado salió, el siguiente día se encontró con el vapor Andra (1.384 TRB.) quien con bandera panameña, salía de Santander donde había desembarcado un importante cargamento de armas y proyectiles, al estar abajo el alcance de su artillería, efectuó dos disparos, por no obedecer sus órdenes, pero uno causo graves averías en su máquina, dos muertos y dos heridos, a causa de los daños se vio obligado a hundirlo, recogiendo a todos sus tripulantes, algo más tarde fueron trasbordados al Ciudad de Palma, para quedar más libre de acción.

El 6 consecutivo tuvo lugar una más de las acciones de la Royal Navy, frente a Santoña divisó un mercante con bandera británica, era el Thorpehall, sobre el que abrió fuego con dos disparos de aviso, mientras esto sucedía el mercante lanzó al éter mensajes de socorro y como no, pronto apareció el destructor HMS Brazen, y unos minutos más tarde el crucero Almirante Cervera, al mando del capitán de navío don Manuel Mora Figuera desde el 3 anterior, quien por haber ocurrido todo en aguas territoriales de España, no dejaba que los británicos se hicieran con el mercante, declarando el destructor que, el buque había sido revisado en Gibraltar y sólo transportaba víveres (una más de sus mentiras piráticas), algo más tarde se incorporó el acorazado de bolsillo alemán Graff Spee, quien medio en el tema, llegando al acuerdo de abandonar la presa, pasando a darle escolta hasta las tres millas los HMS, el ya mencionado, más los de sus misma clase HMS Blanche y HMS Beagle.

El 8 estaba próximo a Bilbao, apoyado desde algo lejos por el Almirante Cervera, por ir tras un bacaladero, éste se refugió en Bermeo, cuando al medio día, su comandante no lo dudo, ya que estaba ahí bombardeando Bermeo, pero se terminaban de instalar dos piezas de costa Vickers de 152’4/50 mm, comenzando un cruce de fuego, el cual no causó daños por ambas partes, y sólo el depósito de municiones del puerto, todavía no terminado fue el que explotó; al anochecer el Galerna efectuó unos disparos sobre un mercante que entraba en Bilbao, pero de nuevo la batería de Punta Galea con dos piezas iguales al anterior, comenzó a disparar, no logando hacer ni un sólo blanco, así como los seis obuses de 240 mm instalados en Punta Lucero, quien no abrió fuego; necesitando reponer munición y combustible entraba en su base de Pasajes el 12 seguido.

Galerna
Galerna. Autor desconocido.

Quedo en su base, siendo nombrado su nuevo comandante el capitán de corbeta D. Javier Mendizábal Gortázar el 14 de abril, al terminar de ser reabastecido salió de nuevo el 15 seguido, el 20 siguiente divisó, encontrándose frente a Bilbao, al mercante Esther Mary, a quien efectuó un disparo y éste paró máquinas, iba cargado con carbón en Bayona y destino al puerto donde fue apresado, para no dejar la mar tranquila, paso una dotación de presa y al resguardo del bou armado Denis, atracó en Pasajes un día más tarde, como queda demostrado, este cruzar y cruzar la mar en busca de posibles presas, era algo parecido a su primogénita misión como a tal bacaladero, navegar durante días sin importar el estado de la mar y casi sin descanso.

A ello sumar la constante presencia de buques británicos para dar protección a su ilícito tráfico, (la mayor parte de él era hierro para sus astilleros, de ahí la importancia que le daban) pero por ser en esa época la primera potencia naval del planeta, no había casi posibilidad de contrarrestar su poder, y menos aún en el caso de los nacionales, por estar muy escasos de material flotante.

El 23 de abril el Galerna iba a marcar un hito en su particular historia, y muy posiblemente en la mundial, pues divisó tres mercantes, los Hamsterley, McGregor y Stanbrook, escoltados ni más ni menos que por el crucero de batalla HMS Hood, no se arredró y se interpuso sobre el primero obligando a parar al resto, mientras avisaba al Almirante Cervera, quien acudió rápido al lugar, siendo el comandante de éste, quien intervenía con el del crucero de batalla, como siempre los de la Unión Jack no cedían, pero a su vez el Galerna estaba a tiro de la batería de Punta Galea, quienes en un principio y por no estar seguros no abrieron fuego, por temor a acertar en alguno de los buques o el mismo crucero británico, viendo que el problema no se solucionaba, la batería abrió fuego, y el patrullero comenzó a zigzaguear, evitando con ello descentrar el fuego enemigo, ante ello el comandante del crucero nacional, dio la orden de retirarse al patrullero, lo que cumplió no sin mala gana, así fue como entraron los mercantes en Bilbao, el Galerna al día siguiente entraba en Pasajes para volver a reabastecerse de todo.

El 29 de mayo el ejército del norte ocupaba Guernica, el 1 de junio los nacionales sufrieron un contraataque, obligando a retroceder a varias unidades, entre ellas el destructor Ciscar y los patrulleros Bizkaya y Gipuzkoa, quienes apoyaban con su fuego a sus tropas, pero al poco comenzaron a fallar las pieza de los patrulleros y el destructor optó por abandonar la zona, precisamente al alejarse algo de la costa, fue avistado por el Galerna a las 09:00 horas, recibiendo un fuego de veintiséis proyectiles del destructor, los cuales fallaron todos.

Mientras esto sucedía, el Galerna aviso al Almirante Cervera de la presencia del destructor, quien a toda máquina pudo llegar a la zona a las 09:30, pero el destructor más rápido se había alejado y por estar fuera de alcance, se dio por finalizada la acción; para evitar que volviera a suceder, se quedó el Galerna junto a los bous armados Denis y Alcázar de Toledo, en apoyo de los suyos, a su vez desde cabo Machichaco donde se encontraba una batería de cuatro cañones de 152’4 mm, estuvieron molestando a los buques, pero el patrullero, siempre que podía les respondía con su pobre artillería.

De hecho al finalizar esta acción, su comandante una vez más, trato de que al patrullero se le cambiara la artillería por dos piezas de 120 m/m, pues las suyas ya estaban muy desgastadas y hacer blanco con ellas a larga distancia, era más difícil que les tocara la lotería; el 17 de junio, el presidente Aguirre y su gobierno abandonan Bilbao, el 18 se ordena la retirada de las tropas vascas del frente, y el 19 entraban en la ciudad los nacionales.

Entre tanto el Galerna prosiguió en su comisión, ahora más centrada en capturar mercantes con evadidos, por la huida de los altos cargos de la capital vasca, su trabajo volvió a ser reconocido, el patrullero sufrió varios ataques de la aviación enemiga, pero su práctica evito ser alcanzado, el 16 de junio avisto la salida de Bilbao, del remolcador Ayeta Mendi, dando remolque al Itxas Ondo (4.312 TRB.), petrolero Gobeo (3.365 TRB.) con 3.500 de combustible, y al final del convoy el pesquero Itxaropena, quienes recibieron dos proyectiles de aviso, parando su avance, por encontrase en aguas territoriales, los buques británicos no pudieron impedir fueran todos capturados, se acercó a ellos el minador Júpiter, a quien el Galerna le entregó los capturados, arrumbado al puerto de Pasajes.

Mientras el patrullero recibió la orden de pasar a apoyar con sus fuegos el avance de las tropas, disparando setenta y dos proyectiles de 101’6 mm, más otros veinticinco de 47 mm, sobre los vehículos que transitaban por la carretera de Castro Urdiales a Islares, logrando paralizar algo a sus enemigos, pero el comandante decidió incorporarse al convoy, por la gran diferencia de buques y sus velocidades; en efecto, al arrumbar sobre ellos se dio cuenta que el Gobeo, precisamente aprovechando su mayor andar, intentaba embarrancar en la costa próxima a Bermeo, lo que pudo evitar, pues efectuó un disparo de advertencia, al cual el mercante reaccionó regresando a su línea de fila, pero no fiándose del todo llegó a la voz, le ordeno parar y en un bote envió una pequeña dotación de presa, así se evitaba cualquier otro contratiempo, llegando a la entrada de Pasajes a las 18:00.

El 17 siguiente salió regresando a la carretera de Bilbao a Santander, donde vuelve efectuar fuego, pero esta vez sólo utiliza el cañón de 47 mm, el 18 seguido se mantiene en la zona, y a su vez abre fuego contra los vehículos que transitaban por la misma carretera, pero acercándose mucho a la costa, por ello recibió fuego de fusilería, se empleó más a fondo con una batería situada en punta Cérdigo, pero ésta respondió, a estos se unieron los pocos bacaladeros armados, fondeados en Santoña, una vez más salió sin daños.

El 19 sobre la misma zona, sí abrió fuego con las piezas de 101’6 m/m, pero por el desgaste y la poca seguridad de acertar, sólo efectuó seis disparos, vuelve a ser respondido por la misma batería anterior, más otra situada con prisas en la ría de Oriñón, continuo vigilando la mar y el 24 de junio avista frente a Santoña, al pesquero Punta Sabinal (150 TRB.), puso proa a él y tras un disparo paró máquinas, siendo apresado y dándole escolta entró en Pasajes, aprovechando la entrada para reabastecerse de víveres, combustible y munición.

Una vez listo de nuevo se hizo a la mar, prosiguiendo en sus patrullas y vigilancia del tráfico marítimo, cuando el 3 de julio divisó otro mercante, se fue acercando y no hizo falta más, pues lo reconoció, era de nuevo el británico Stanbrook (uno de los protegidos por el HMS Hood), pero esta vez sólo era escoltado por el destructor HMS Kempenfelt (éste fue uno de los dos que el 6 marzo de 1938 estaba presente cuando el hundimiento del crucero Baleares, prestando su auxilio a los náufragos) ante su presencia el patrullero paró al mercante y lo devolvió al destructor, para ser reconocida su carga, transcurrido un rato, el capitán del destructor notificó al comandante del patrullero, no llevar nada a bordo que fuera mercancía prohibida, por ello se le dejó entrar en Santander.

Esta forma de actuar ahora de la Royal Navy, era algo más suave, porque al caer Bilbao ya no tenía que dar escolta a sus mercantes, dado que el representante del gobierno de Burgos en Londres, garantizaba que el abastecimiento de mineral de hierro al Reino Unido, seguiría siendo el mismo que antes de comenzar la guerra, (por ello cambio su posición) con esta notificación a su vez los nacionales comenzaban a tener ingresos por exportaciones, lo que lógicamente facilitaba conseguir otras cosas.

El 6 siguiente, se encontraba frente a Santander, el Almirante Cervera avista sobre Santoña un pesquero, pasando el aviso al Galerna, quien puso rumbo a Requejada, a donde aproaba el buque, para córtale el paso se acercó a tierra, al hacerlo fue atacado por la aviación, sufriendo una caída de bombas que por su práctica el comandante evito, logrando llegar al costado del Liberté (305 TRB), acompañándolo a Pasajes, donde volvió a salir al ser reabastecido el patrullero, en su nuevo crucero el 16 apresó al británico Marvia, pero media milla fuera de las aguas territoriales, viéndose obligado a dejarlo marchar, a su vez sufrió otro ataque de la aviación, volviendo ó a salir ileso.

El 11 de agosto sufrió una encerrona, a las 07:50 el destructor Ciscar, comenzó a disparar sobre el minador Júpiter y el mercante armado Ciudad de Palma, quienes estaban bloqueando el acceso a la costa asturiana, por su inferioridad pasaron rápidamente aviso al Almirante Cervera, cuando estaba en aguas del cabo Ajo, virando de inmediato y a toda máquina arrumbo a la posición recibida, al mismo tiempo ordenaba al Galerna navegar rumbo a Levante, éste se puso a rumbo, pero algo alejado de la costa para evitar ser bombardeado, al mismo tiempo el destructor José Luis Díez, salía de Santander persiguiéndolo, sobre las 12:12 el Díez abrió fuego con sus piezas de caza sobre el patrullero, logrando en poco tiempo ahorquillarlo, para evitar ser blanco el Galerna comenzó a lanzar una cortina de humo, pues el enemigo estaba fuera de alcance de su artillería, al mismo tiempo que aproaba al O., por soplar el viento del Este, lo que poco, pero algo de ayudaba a aumentar su velocidad, y además, le llevaba al rumbo por el que se acercaba el Almirante Cervera.

El José Luis Díez aumento su velocidad al máximo, de forma que llegó a estar en paralelo con el patrullero, incluso cerrando las distancias, llegando a estar a tan sólo 8.000, abriendo fuego con sus cuatro piezas Vickers de 120/40 mm, el patrullero le disparaba defendiéndose, pero veía como los proyectiles caían cortos, a su vez ningún disparo del destructor lograba acertar en el Galerna, éste zigzagueaba descentrando a los telemetristas, por ello a pesar del numeroso fuego recibido, sólo algunos cascotes al estallar los proyectiles al golpear la mar, era los que saltaban sobre la cubierta del patrullero, pero el Díez no dejaba de intentar hundir a su enemigo, por dos veces más, una a las 12:45 y otra a las 13:20, acorto distancias sobre el Galerna, pero no tanto como para llegar al alcance de las piezas del patrullero, éste le había disparado 51 proyectiles, en esos momentos llegó aviso al José Luis Díez de estar acercándose el Almirante Cervera, por ello sin pensarlo abandonó la caza del patrullero, sobre el que sólo había disparado unos 315 proyectiles, sin obtener ningún blanco. (Lo que habla por sí sólo del nefasto efecto por la falta de oficiales a bordo.)

Tras más de una hora de combate, preparado a conciencia para darle caza, quedó demostrada una vez más que, la marina gubernamental no estaba en condiciones de enfrentarse a los buques de la marina nacional, a pesar de su superioridad, una cosa es la preparación militar y otra, la de querer conseguir por las armas, lo que sólo se había conseguido por ideología, son armas distintas e igual de dañinas, pero enfrentadas en la mar o campos de batalla, unas siempre están en desventaja con las otras, si previamente no hay a su vez una preparación castrense.

Al concluir la guerra en el Norte, entró el 28 de agosto de 1937 en reparaciones, dado que sus máquinas ya sólo le daban una velocidad máxima de 7 nudos, su artillería estaba pasada del límite de efectividad y en esas condiciones no era posible seguir cumpliendo su misión, permaneciendo en dique seco hasta noviembre seguido, al estar listo fue nombrado un nuevo comandante, el capitán de corbeta D. Guillermo de Arnáiz d’Almeida, quien permaneció al mando hasta julio de 1938, durante este tiempo continuo en su misión de controlar el tráfico marítimo, el mismo día del traslado fue nombrado su nuevo comandante, el teniente de navío, habilitado de capitán de corbeta D. Daniel Novás Torrente, quien había sido segundo director de tiro del crucero Canarias, en su primera época, permaneciendo al mando hasta finalizar la guerra.

Por orden del Estado Mayor de la Marina fue junto al Álava los que permanecieron en el Cantábrico, el resto de unidades fueron desplazadas al Mediterráneo, por ello participo de forma activa con los mercantes armados Ciudad de Alicante y Ciudad de Valencia, en las diferentes comisiones de estos por el Mar del Norte (lo que se puede leer en los historiales de ambos buques), por ello en agosto de 1938 se le entregó su bandera de combate en Castro Urdiales, siendo la madrina la esposa del Comandante Militar, estando presente el general José López-Pinto Berizo, junto al Galerna en este acto se encontraba el guardacostas Uad Martín.

Su última comisión fue el 1 de marzo de 1939, al recibir la orden del Jefe de Estado Mayor, para que el Álava junto al Galerna, salieran de Ferrol dando remolque a dos barcazas tipo K, (las utilizadas en el desembarco de Alhucemas) la 2 y 18, siendo ésta la remolcada por éste, saliendo el 8 seguido ambos buques con destino a Cádiz, donde entraban el siguiente 11, permaneció en este puerto hasta finalizar la guerra, pasando a desarme, siendo como todos devuelto a su propietario, por lo que regresó a Bilbao.

En opinión del vicealmirante Peter Gretton, en su obra citada en la bibliografía, al respecto de éste buque dice: «Se encontraba siempre en todas partes.» lo que indica su gran trabajo y las molestias que causo a los buques británicos en todo momento, sin importarle su pequeño tamaño, en todos los sentidos, contra sus enormes moles, como el caso más concreto del crucero acorazado HMS Hood, buque insignia de toda la Royal Navy en aquellos momentos.

Bibliografía: Para leer clicar sobre ella.

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