Gelmirez, Diego Biografia

De Todoavante.es

Saltar a navegación, buscar


Biografía de don Diego Gelmírez



Alcanzó el Arzobispado y fue el primer organizador del poder naval de la marina de Castilla.

Hoja de Servicios

Pertenecía a la Orden del Cluny, estando extendida hasta el sur de Francia, por lo que casi todos sus seguidores y los que le rodeaban, eran de esta misma Orden y muchos de nacionalidad francesa. Esta Orden llegó a dominar toda la España Cristiana, sucediendo en esta prerrogativa a la de San Benito, la cual fue decayendo en poder ante los distintos reyes.

Diciendo uno de sus biógrafos, Dozy, que: «Aunque gallego de nacimiento, era francés por el corazón»

Era de familia noble y por tanto con mucha influencia, pero a ello se unía su carácter enérgico y emprendedor.

Vivió a caballo de los siglos XI y XII.

No se sabe su fecha de nacimiento ni el lugar, pero de lo que no hay duda es que fue en tierras del reino de Galicia.

Con certeza se sabe que alcanzó la dignidad de Vicario de la iglesia de Santiago en el año de 1096.

Para en el mes de julio del año de 1100, ser elevado al obispado de la catedral de Santiago de Compostela, pero no fue consagrado hasta el mes de abril del año de 1101.

Todo empezó, porque los normandos disfrazados de cruzados, como se indica en la «Crónica Compostelana» mandada escribir por Gelmírez, los denomina como «piratas» y esto se confirmó.

Ya que la reina doña Urraca encargó a Gelmírez que conquistara los casillos de los dos nobles rebeldes, don Pelayo Godesteis y Rabinat Núñez, quienes pensaron en llamar a los normandos en su socorro.

Y la Crónica nos cuenta que: «…son gente sin ninguna piedad, y que esperaban que como a tales ayudas podrían saquear las tierras litorales y las del interior…», sucediendo lo que ya se sabía y sigue la Crónica: «Los ingleses cayeron de pronto sobre la costa, mataron á unos, robaron á todos cuanto tenían, y cautivaron á muchos obligándoles á pagar rescate; cegados por la codicia violaron las iglesias y se apoderaron sacrílegamente de las cosas y personas que en ellas hallaron»

Esto no era la primera vez que ocurría, por eso ya Gelmírez los conocía y los trataba de piratas, lo que le decidió a preparar una flota que intentará al menos impedir sus tropelías.

Murgía nos dice: «Conocedor de los peligros y por ello, empezó a crear una marina de guerra que permitiese la defensa del país antes de que el enemigo pisase las plazas gallegas…Transformó a Padrón en astillero e hizo de esta villa el verdadero puerto de Compostela»

Por convertirse en esa época el Camino de Santiago en un autentico viaje de peregrinos, que al llegar a la ciudad dejaban unas buenas recaudaciones, por la utilización de posadas y demás servicios, así como llenar los cepillos de la Catedral.

Esta afluencia de bienes llamó la atención de todo tipo de piratas, entre ellos los más significativos los ingleses y los berberiscos, que conseguían llegar en verano, invernaban por los distintos parajes de la costa francesa e islas adyacentes y en la primavera siguiente desembarcaban arrasándolo todo, así como a hacer cautivos, sobre todo doncellas que después vendían a buen precio.

A tanto llegó el pavor de los habitantes, que solo invernaban en sus casas, para al llegar la primavera huir a cuevas y sitios más alejados de la costa, para evitar perder sus pertenencias y sobre todo proteger a sus hijas.

La Crónica nos dice: «Pero los galicianos no entendían en construir naves si no eran de cabotaje, ni en surcar los latos mares con naves birremes» Por eso Gelmírez no se lo pensó y consiguió llevar a un genovés, llamado Ogerio (Eugenio) quien era un buen constructor de ellas en su tierra y él fue el encargado de dirigir la construcción de las dos primeras, que fueron puestas en el agua en el año de 1111, éste mismo año coincidió la coronación en Santiago de Compostela del Rey Don Alfonso Raimúndez, hijo de Urraca, pero no de Alfonso I.

«200 hombres expeditos para la mar y para la guerra» es la dotación que nos dice la Crónica, que fueron los primeros en salir a navegar a las órdenes del mismo Ogerio.

Cuando considero Ogerio, que las tripulaciones ya estaban diestras, realizaron su primer ataque, siendo elegido el castillo de San Payo de Leito, donde desembarcaron y atacaron a los ingleses que en él estaban, consiguiendo una gran victoria y un cuantioso botín, realizando muchos prisioneros para pagarles con al misma moneda.

Así continuaron defendiendo sus aguas y al mismo tiempo ganando en instrucción y forma de combatir, hasta que en el año de 1115, según nos dice la Crónica, atacaron a su propio país: «Invaden con velero curso las costas de los Ismaelitas, incendian sus moradas y bienes. . . Apresan y destruyen: queman sus naves de transporte y las de vela de los piratas, avezadas a cautivar Cristianos… Y tornan a sus hogares entonando himnos de alegría en honra de Dios y del Apóstol Santiago»

Del importante botín, que con creces compensó el gasto de la construcción de las naves, se repartió un quinto para el Obispo, siendoles entregados los prisioneros para que acarrearan las piedras para continuar con la construcción de la Catedral.

Se piensa más modernamente que esta incursión fue a tierras de lo que hoy es Portugal, donde entonces estaban los musulmanes de los reinos de Sevilla y Almería, quienes a su vez eran los que casi siempre estaban atacando las costas gallegas.

En 1120, las naves de Gelmírez, se encontraron en las cercanías de las islas de Ons y Sálvora con cuatro naves enemigas, a las que sin miramientos atacaron y vencieron, resultando tres de las musulmanas capturadas, así como noventa y ocho prisioneros más un cuantioso botín.

Así continuaron defendiendo aquellas costas, hasta que al bajar la amenaza o mejor, desparecer, se disolvió por el alto costo de su mantenimiento, que Gelmíres no podía mantener.

Pero no deja lugar a dudas, que fue la primera vez que en suelo de Hispania, se había organizado en firme una fuerza naval, que no solo contribuyó a ahuyentar a todos los que antes disfrutaban del robo y la barbarie, sino que consiguió en muy poco tiempo imponerse en la mar, lo que les convenció que ya no era tan fácil ganar dinero y divertirse a costa de los gallegos.

En este mismo año de 1120 fue elevado a la dignidad de Arzobispo.

Y en 1124, para que se vea la fuerza que tenía, consiguió en contra de la opinión del arzobispo primado de España Bernardo de Toledo, también francés y cluniacense, pero consiguió la confirmación del nuevo Papa Calixto II, para celebrar el primer Concilio Nacional en Santiago, al que asistieron ocho obispos y veintisiete abades. Del cual fue nombrado primado, teniendo grandes problemas posteriormente, pero él siguió llamándose Primado.

Su mayor apoyo en su niñez fue el rey Alfonso VII.

Falleció a lo largo de 1140.

Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 25, 1924, páginas 1181 y 1182.

Murgía, Manuel.: Don Diego Gelmírez. Editorial Nova. Buenos Aires, 1943.

Compilada por Todoavante ©

Herramientas personales
Espacios de nombres
Variantes
Acciones
Navegación
Hª NAVAL de ESPAÑA
Estado Mayor
Ordenes Militares
Flotas
Buques General
De 1248 a 1514
De 1515 a 1700
De 1701 a 1833
De 1834 a 1957
Herramientas