Ezquerra y Guirior, Jose de Biografia
De Todoavante.es
Biografía de don José de Ezquerra y Guirior
Capitán de navío de la Real Armada Española.
Caballero profeso de la Militar Orden de Santiago. 1796, sig. 2.814
Orígenes
Vino al mundo en la población de Tudela en la actual provincia de Navarra el 25 de enero de 1756, siendo sus padres don Joaquín de Ezquerra y Larrea, y doña Paula Ignacia Guirior y Otazu.
Hoja de Servicios
Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 1 de octubre de 1769. Expediente N.º 1.081.
Al aprobar los exámenes teóricos se le ordenó embarcar en buques destinados al corso, al regreso de uno de ellos se le comunicó su ascenso al grado de alférez de fragata con fecha del 15 de enero de 1771, trasbordado por orden al navío Atlante regresando a la misma comisión por el océano, más tarde trasbordó al Princesa zarpando con tropas en un tornaviaje a las islas Afortunadas, trasbordó a la fragata Lucia dando la vela para cruzar sobre el océano, al regresar pasó a la Santa Catalina con rumbo a Cartagena de Indias donde quedó destinado en su apostadero.
El 1 de noviembre de 1774 se le otorgó el mando de la balandra Ventura, zarpando en comisión de guardacostas, en uno de sus cruceros el 23 de mayo de 1775 embarrancó en la barra del puerto de Maracaibo, pasando por el Consejo de Guerra, saliendo con todos los parabienes, embarcó en la fragata Industria y más tarde en la Rosario, regresando a la bahía de Cádiz, estando aquí se le entregó la Real orden del 17 de marzo con su ascenso al grado de alférez de navío, permaneció a bordo hasta el 27 de agosto de 1776 por pasar a desarme.
Fue destinado a los Batallones de Infantería de Marina, donde le fue entregada la Real orden del 19 de julio de 1777 con su ascenso al grado de teniente de fragata.
Embarcó por orden en la fragata Santa Catalina zarpando con rumbo al mar del Plata con los pliegos de la paz con los portugueses, siendo comisionado el buque para cruzar a tomar posesión de Fernando Poo y la isla de Annobon, donde realizaron trabajos hidrográficos, al concluirlos regresaron a la bahía de Cádiz, recibiendo la orden de desembarcar el 15 de abril de 1779, encontrándose en esta situación se le entregó la Real orden del 14 de mayo siguiente con su ascenso al grado de teniente de navío, embarcando en el navío Rayo insignia del general don Miguel Gastón, en la jornada en que unido a la escuadra de don Luis de Córdova y ésta en combinación con la francesa del conde d'Orviller realizaron la primera campaña sobre el canal de la Mancha, obligando a la escuadra británica al mando del almirante Hardy a refugiarse en sus puertos y arsenales, resultado tan solo apresado el navío británico Ardent del porte de 74 cañones.
Al regresar pasó a formar parte de las fuerzas del bloqueo de Gibraltar, permaneciendo en ellas hasta el 10 de noviembre de 1781, por serle otorgado el mando de la fragata Santa Bibiana, zarpando con pertrechos con rumbo a la Habana y Veracruz en la división del brigadier don Félix de Tejada, dando la vela de regreso en la escuadra del general don José Solano.
Al arribar por desarmo de su buque quedó desembarcado, siendo destinado a servicios de arsenales, donde se le entregó la Real orden del 15 de noviembre de 1784 con su ascenso al grado de capitán de fragata, permaneció hasta recibir la orden de embarcar en la fragata Santa Escolástica el 9 de febrero de 1787, perteneciente a la escuadra del general don Juan de Lángara, en uno de sus cruceros arribó a Ferrol donde se le dio la orden de desembarcar el 5 de diciembre siguiente, días más tarde se le otorgó el mando de la Santa Teresa, zarpando en comisión de guardacostas, hasta el 24 de marzo de 1788 por trasbordar a la Santa Leocadia, dando la vela con pertrechos rumbo a la isla de Trinidad de Barlovento, pasando a Cartagena de Indias, de donde zarpó con rumbo a Ferrol, donde recibió la orden del 5 de julio de 1789 de desembarcar por pasar a desarme el buque.
Quedó destinado en el Departamento, hasta recibir la Real orden del 12 de julio de 1791 siéndole otorgado el mando de la Santa Elena, zarpando en cruceros hasta los cabos de San Vicente y La Roca, en protección del tráfico marítimo proveniente de ultramar, al regresar de unos de sus cruceros quedó desembarcado, siendo destinado a servicios del Arsenal, encontrándose en él se le entregó al Real orden del 17 de enero de 1792 con su ascenso al grado de capitán de navío.
En 1793 al declararse le guerra a la república francesa se le otorgó el mando del navío San Fermín, quedando incorporado a la escuadra del general don Juan de Lángara, zarpando de la bahía para unirse a la escuadra británica del almirante Hood participando en la toma de Tolón, permaneciendo hasta verse obligados a abandonarla, repatriando a todas las familias monárquicas francesas que se refugiaron en el arsenal francés, arribando a las islas Hyéres donde se reunió con la escuadra, pasando seguido a Mahón y posteriormente a Cartagena.
Se le ordenó pasar al mando del navío San Joaquín, zarpando con rumbo a Livorno capital de Liorna para transportar a Cartagena al Príncipe de Parma, para contraer nupcias con la Infanta María Luisa, una vez casados los devolvieron a su reino regresando a Cartagena el 11 de mayo, donde al arribar se le ordenó pasar a tomar el mando del San Ildefonso, siendo cargado con situado para ser transportado al Reino Unido, continuó en cruceros hasta ser firmada la paz de Basilea el 22 de julio de 1795, recibiendo la orden de trasladarse a Ferrol por pasar su navío a desarme.
Declarada la guerra al Reino Unido, se le otorgó en diciembre de 1797 el mando del navío San Fernando, insignia del general don Pedro Obregón, siendo al mismo tiempo nombrado Mayor General de la escuadra, en 1798 la escuadra transportó desde Coruña a Santa Cruz de Tenerife la división del mariscal señor marqués de Casa Cajigal, regresando a pesar de la vigilancia ejercida por la Marina Real británica a Ferrol, donde al arribar por Real orden del 20 de agosto de 1799 se le nombra Subinspector de pertrechos del Arsenal.
Por Real orden del 4 de enero de 1800 se le otorgó el mando del navío de tres baterías Real Carlos, insignia del general don Juan Joaquín Moreno, participando entre los días 25 á 27 de agosto de 1800 en devolver al mar a los expedicionarios británicos que intentaron pegar fuego a los buques fondeados en Coruña, de donde zarpó el 20 de abril de 1801 con rumbo a la bahía de Cádiz.
La escuadra del general don Juan Joaquín Moreno, zarpó en derrota del puerto de Algeciras el 1 de julio, participando en el socorro de la escuadra francesa del contralmirante Linois, por hallarse bloqueada en el apostadero de Algeciras por una escuadra británica.
Al regreso, el almirante francés quería llevar a Cádiz al navío británico Hannibal, de 74 cañones apresado, obligando con ello a llevarlo a remolque navegando todos a inferior velocidad, los franceses iban en vanguardia y los españoles, a retaguardia y los últimos, en líneas paralelas eran dos navíos de tres puentes y 118 cañones españoles, Real Carlos y San Hermenegildo, los dos generales trasbordaron a la fragata Sabina.
La noche del 12 de julio de 1801 era cerrada casi nula su visibilidad, siendo aprovechada esta circunstancia por el navío Superb al que le acompañó la suerte en forma de una racha de viento de Levante, consiguiendo acercarse todo lo posible al Real Carlos, sobre él descargó casi simultáneamente toda su artillería por la aleta de popa estribor del navío español, pero algunos proyectiles fueron a impactar por la cercanía a la que se encontraba en el San Hermenegildo, al recibirlos pensó que algún enemigo estaba a su altura aprovechando la oscuridad casi completa, viéndose atacado ordenó abrir fuego, pero fue a dar de lleno en el Real Carlos, éste a su vez al ser atacado pensó lo mismo que su compañero, por ello los dos arribaron sobre el contrario, llegándose a lanzar granadas de mano y frascos de fuego, provocando un gran incendio en el Real Carlos, el cual alumbró la escena y nadie se lo creía, pues era dos tres baterías españoles combatiendo entre sí hasta aniquilarse mutuamente, pues el fuego en el San Hermenegildo era incontrolable. Perdiéndose dos tres baterías y lo peor, algo más de dos mil hombres instruidos, solo hay que ver el resultado del combate, entre ellos los dos comandante de los navíos, falleciendo don José de Ezquerra al mando de su buque en la mar, cuando contaba con cuarenta y cinco años de edad.
En el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando se instaló una lapida en su recuerdo que dice:
A la Memoria
del capitán de navío
Don José de Esguerra
y Guirior
Muerto en la voladura del navío de su mando Real Carlos
en el combate del estrecho de Gibraltar
12 de julio de 1801
Bibliografía:
Cárdenas Piera, Emilio de.: Caballeros de la Orden de Santiago. Siglo XVIII. Ediciones Hidalguía. Madrid, 1977 — 1996. Del tomo VI al IX. De IX.
Cervera Pery, José.: El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004.
Cervera y Jácome, Juan. El Panteón de Marinos Ilustres. Ministerio de Marina. Madrid. 1926.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.
Compilada por Todoavante ©