San Jose (1699)
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Construcción:
Su constructor fue don Pedro de Aróstegui, que en 1696 había firmado con la Corona un contrato para la fabricación de dos galeones para la Armada de Avería o de la Carrera de Indias de 1.200 toneladas, el San José para nave capitana y el San Joaquín, almiranta, siguiendo las especificaciones del constructor don Francisco Antonio Garrote, subcontratando al asentista don Miguel de Echebeste para la fabricación del San José.
Finalizó el trabajo su hijo Francisco, al morir don Pedro en 1697. Finalizada su construcción, en junio de 1698, los dos buques son entregados al año siguiente. Se fabricaron en el astillero de Mapil, Usurbil, población cercana a San Sebastián. Sus dimensiones, en codos, son de 60,4 de quilla (32,9 metros), 71,4 de eslora (38,9 metros), 21,20 de manga (11,6 metros), 10,4 de puntal (5,5 metros), 10,6 de plan (5,8 metros). Tenían un desplazamiento de de 1.037 toneladas y estaban artillados con 64 cañones, 26 de a 18 libras, 26 de a 10 y 12 de a 6, aunque tenían portas para 70 cañones.
Para su construcción, las maderas empleadas provenían de los Pirineos españoles, los palos de Escandinavia, el alquitrán de Moscovia, las jarcias de Riga y Konigsberg y el velamen de Holanda, siendo española la artillería. Llevaban cuatro anclas entre las 2.800 y 3.700 libras de peso. Aunque los dos galeones debían ser gemelos, acabaron con algunas diferencias.
Historial:
En el verano de 1699 son llevados los dos buques junto a un patache de Pasajes a Cádiz por el almirante don Antonio Gaztañeta, donde se pudo observar en la travesía sus buenas cualidades de navegación. En una carta mencionaba don Francisco Antonio Garrote, encargado de las obras en Cádiz por ser capitán de la maestranza, que navíos tan grandes armados con sólo cuarenta cañones y tripulados por 550 hombres serían la “irrisión de las naciones”. Contaban con dos cubiertas y castillo, siendo reformados para aumentar su artillería y se les bajó la popa para hacer la línea más rasa, adquiriendo un aspecto de navío.
En un principio se pensó en utilizar a los dos navíos, San José y San Joaquín, en la expedición de Darién, pero sin estos navíos era imposible despachar la expedición de galeones que se estaba preparando, por lo que no zarparon con la escuadra del almirante de la Armada del Océano don Pedro Fernández Navarrete el 19 de junio de 1700, aunque Fernández Duro y otros autores los incluye en el estado de fuerza de la expedición.
Además, ni el San José ni el San Joaquín estarían listos a tiempo de zarpar la escuadra de Navarrete, como se le menciona en una carta al propio almirante Navarrete el 3 de abril de 1700. A finales de febrero de 1700 es puesto al mando del capitán de mar y guerra don Diego Asensio de Vicuña.
Los dos buques formaron parte de la defensa de Cádiz en 1702 al ser la plaza atacada por la flota inglesa del almirante Sir George Rooke y el general Ormond con 180 buques de guerra y 14.000 soldados, siendo rechazados, tras lo cual parte de la flota enemiga salió con rumbo norte para atacar en el puerto de Vigo a la Flota de Nueva España al mando de Velasco en la batalla de Rande.
Por la defensa de Cádiz don José Fernández de Santillán obtuvo el título de conde de Casa Alegre. A principios de 1705, los cuatro galeones destinados a ir con la Flota de Galeones a Tierra Firme, entre los que se encontraba el San José y el San Joaquín, son enviados a bloquear Gibraltar con la escuadra francesa del barón de Pointy, compuesta de 13 navíos, capturando a seis embarcaciones inglesas con pertrechos. Posteriormente los galeones son enviados a aguas de Cádiz, quedándose sólo cinco navíos cerca de Gibraltar.
La Flota de Galeones comenzó a prepararse en 1699 y cada año se hacían los mismos preparativos para partir, pero las amenazas enemigas acababan por suspender la salida. Después de una espera de siete años, zarpó por fin la Flota de Galeones a Tierra Firme el 10 de marzo de 1706 compuesta por 10 mercantes y cinco buques de escolta, la capitana San José, la almiranta San Joaquín, la nave gobierno Santa Cruz, la urca Nuestra Señora de la Concepción y el patache Nuestra Señora del Carmen.
En este primer viaje a América del San José disponía de 60 cañones (26 de a 18 libras, 26 de a 10 y 8 de a 6). La Flota estaba al mando del general don José Fernández de Santillán, conde de Casa Alegre, y durante la travesía fueron acompañados por la Flota de Nueva España al mando de su sobrino don Diego Fernández de Santillán, llegando a Cartagena de Indias el 27 de abril de 1706.
La Flota de Galeones permaneció en Cartagena de Indias a la espera de que el virrey del Perú se decidiera a organizar la feria de Portobelo, no muy del agrado de los comerciantes limeños. El 19 de diciembre de 1707 zarpa de El Callao la flota de los comerciantes limeños por presiones de la Corona española y llegan a Panamá.
Mientras tanto, la Flota de Casa Alegre zarpa de Cartagena el 2 de febrero de 1708 y llega a Portobelo el día 10 de ese mes. Hay continuos retrasos en la feria y el general Casa Alegre teme que la escuadra francesa de Duccase no le espere en la Habana para su regreso a Cádiz al acercarse la época de los huracanes. Concluida la feria de Portobelo en abril-mayo de 1708, se dispone la Flota de Galeones a zarpar rumbo a Cartagena de Indias para carenar y reparar las naves antes de dirigirse a la Habana y enfrentarse al largo viaje de regreso.
Una escuadra británica al mando del comodoro Charles Wager, comandante de la escuadra británica con base en Jamaica, estaba cruzando por aguas cercanas a Cartagena de Indias desde el 6 de abril (27 de mayo en el calendario inglés). Estaba compuesta por tres navíos, una fragata y un brulote.
A pesar de la opinión contraria de sus consejeros, el general Casa Alegre zarpa de Portobelo el 28 de mayo con los buques cargados de caudales, mercancías y pasajeros. Perdido cerca de Cartagena de Indias en 1708 en la combate de Barú en la noche del 8 al 9 de junio. El San José explotó en el encuentro con la división del comodoro inglés Charles Wager, encuentro que comenzó a las cinco de la tarde y duró casi toda la noche, hasta las cuatro de la mañana, muriendo el conde de Casa Alegre y casi 578 tripulantes, sólo salvándose siete marineros, que son recogidos por un bote de los navíos enemigos. Además capturaron al navío mercante Santa Cruz, que hacía de nave gobierno, y obligaron a varar a otras naves. El San Joaquín se salvó y entró en Cartagena.
Bibliografía:
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