Gibraltar ataque con canoneras 1781
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| + | Dejando a los buques británico muy dañados, dada la baja línea de flotación de las lanchas, sus proyectiles casi siempre impactaban como mucho sobre la primera batería de los enemigos, lo que causaba se vieran obligados a dar a las bombas y reparar lo antes posible los destrozos, quedando por ello durante unas horas imposibilitados de navegar. | ||
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Revisión de 09:52 16 jul 2019
1781 Ataque de las cañoneras a Gibraltar
El Mayor General don Ventura Moreno, vuelve a salir con sus escuadras de lanchas cañoneras y bombarderas, al amanecer del 23 de abril ya se habían situado en su lugar, al ser divisadas desde las fortalezas de Gibraltar comenzó un nutrido fuego sobre ellas, pero el general ordenó acercarse más, consiguiendo con ello que sus fuegos fueran más efectivos, quedaron desarbolados dos buques y desmontadas varias piezas de artillería británica, al ir a anochecer se retiró sin haber sufrido una sola baja. Era la pelea constante entre David y Goliat. Ya en el testamento de doña Isabel La Católica figura un apartado en el que dice:
El 30 de abril al amanecer salen las lanchas cañoneras y obuseras al mando de don Ventura Moreno, después de un parón por un fuerte temporal de Levante, rompieron el fuego sobre las fortaleza y también recibieron en esta ocasión, ya que un proyectil de á 24 impactó en la popa de la falúa en la que iba Moreno, saltando cientos de astillas, algunas pasaron muy cerca de él pero otras lo hicieron entre sus piernas causándole fuertes contusiones, que le hicieron caer sobre el fondo del buque, precisamente intentando cogerse a algo para no hacerlo, se llevó consigo al alférez de fragata marqués de la Romana, evitándole así ser herido por la dirección que llevaban otras astillas, mientras otro proyectil de á 32 se le llevó ambas pantorrillas al bombardero don Roque Aguilera, por todo ello se dio por terminado el ataque y regresaron a Algeciras.
Dejando a los buques británico muy dañados, dada la baja línea de flotación de las lanchas, sus proyectiles casi siempre impactaban como mucho sobre la primera batería de los enemigos, lo que causaba se vieran obligados a dar a las bombas y reparar lo antes posible los destrozos, quedando por ello durante unas horas imposibilitados de navegar.
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.
Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
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