Garcia, Diego Biografia
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No sabía leer, esto no le restó para ser un buen navegante | No sabía leer, esto no le restó para ser un buen navegante | ||
- | Navegó por la costa africana comerciando como era habitual en la época y como a tal por el Mediterráneo. Al conocerse el descubrimiento en principio continúo con su trabajo, comenzando saber de él al ser enrolado en la expedición de don Juan Díaz de Solís, al parecer con el cargo de maestre, cuando se hizo a la vela desde Sanlúcar de Barrameda el 8 de febrero de 1515, con la intención de encontrar el paso entre los dos océanos, tocaron en Santa Cruz de Tenerife, cruzando divisaron el cabo San Roque, llegando a San Agustín, más tarde a Río de Janeiro y bojeando descubrieron el Río de Solís, que pasó a llamarse de la Plata, por el cual ascendieron, pero solo en bote con vela latina al mando de Solís y unos pocos hombres, estos fueron atacados por los naturales y muertos todos; sus compañeros esperaron un tiempo y al ver que no regresaban decidieron hacerlo sobre la Península, donde arribaron en el otoño de 1516, pasando a residir en Moguer. | + | Navegó por la costa africana comerciando como era habitual en la época y como a tal por el Mediterráneo. Al conocerse el descubrimiento en principio continúo con su trabajo, comenzando saber de él al ser enrolado en la expedición de don [[Diaz_de_Solis,_Juan_Biografia|'''Juan Díaz de Solís''']], al parecer con el cargo de maestre, cuando se hizo a la vela desde Sanlúcar de Barrameda el 8 de febrero de 1515, con la intención de encontrar el paso entre los dos océanos, tocaron en Santa Cruz de Tenerife, cruzando divisaron el cabo San Roque, llegando a San Agustín, más tarde a Río de Janeiro y bojeando descubrieron el Río de Solís, que pasó a llamarse de la Plata, por el cual ascendieron, pero solo en bote con vela latina al mando de Solís y unos pocos hombres, estos fueron atacados por los naturales y muertos todos; sus compañeros esperaron un tiempo y al ver que no regresaban decidieron hacerlo sobre la Península, donde arribaron en el otoño de 1516, pasando a residir en Moguer. |
- | Regresó a su trabajo hasta saber que Magallanes iba buscando gente para su expedición y en ella se alistó, (algo falla, pues si en la primera era maestre, en esta no figura como a tal y como mucho debía ser marinero) el 20 de septiembre de 1519 dio la vela desde Sanlúcar de Barrameda, arrumbaron a las Canarias cruzaron el océano y bajando descubrieron el estrecho que les permitió salir al Pacífico, remontando paralelos arribaron a las Filipinas (Nueva Castilla para Magallanes), zarparon de Cebú el 1 de mayo de 1521 con rumbo a la Península donde fondearon el 6 de septiembre de 1522 de nuevo en Sanlúcar de Barrameda, después de haber dado por primera vez la vuelta al mundo, pero solo dieciocho hombres entre ellos un marinero por nombre Diego Gallego (era la costumbre del momento añadir el origen al nombre, esto a su vez nos puede indicar era natural de esta tierra, pues de los llegados es el único con el mismo nombre), lo bien cierto es que regresó de esta nueva odisea, pero habiendo ganado muchos conocimientos. | + | Regresó a su trabajo hasta saber que [[Magallanes,_Fernando_de_Biografia|'''Magallanes''']] iba buscando gente para su expedición y en ella se alistó, (algo falla, pues si en la primera era maestre, en esta no figura como a tal y como mucho debía ser marinero) el 20 de septiembre de 1519 dio la vela desde Sanlúcar de Barrameda, arrumbaron a las Canarias cruzaron el océano y bajando descubrieron el estrecho que les permitió salir al Pacífico, remontando paralelos arribaron a las Filipinas (Nueva Castilla para Magallanes), zarparon de Cebú el 1 de mayo de 1521 con rumbo a la Península donde fondearon el 6 de septiembre de 1522 de nuevo en Sanlúcar de Barrameda, después de haber dado por primera vez la vuelta al mundo, pero solo dieciocho hombres entre ellos un marinero por nombre '''Diego Gallego''' (era la costumbre del momento añadir el origen al nombre, esto a su vez nos puede indicar era natural de esta tierra, pues de los llegados es el único con el mismo nombre), lo bien cierto es que regresó de esta nueva odisea, pero habiendo ganado muchos conocimientos. |
Como era de los pocos vivos que habían estado en el Río de Solís, elevó petición a don Carlos I para concederle su Gobierno, después de cruzar varias cartas se firmaron unas acostumbradas capitulaciones en 1525, por ello pasó a Coruña donde se construyeron los bajeles gracias al apoyo del conde don Fernando de Andrade (algún ascendente o amistad debía de existir para dejar Moguer y pasar a Coruña, lo que casi nos ratifica su procedencia), dio la vela el 15 de enero de 1525, con una carabela de 50 toneladas y un patache de 25, más como era para el río a piezas llevaban un bergantín (se solía denominar así a una pequeña galera) para montarlo cuando fuera necesario, llegaron a las Canarias y desde allí cruzaron el océano arribando al Río de Solís (por estas fechas comenzaba a perder su nombre, en favor de Plata) donde se encontró con Sebastián Caboto, quien se hallaba por haber cambiado de opinión, pues su expedición debía cruzar el Estrecho y llegar a las Molucas para su colonización, pero la llamada de la Plata le hizo quedarse, no tuvieron enfrentamientos y cada cual pasó a lo suyo, de hecho remontó el ríos Uruguay y Paraná, más un pequeño tramo del Paraguay, visto no podía quedarse por ser los nativos tan guerreros, decidió regresar a la Península y de paso avisar del extravió producido por Caboto. En su viaje de ida descubrió la isla de Fernando Noronha y la bahía de Todos los Santos. | Como era de los pocos vivos que habían estado en el Río de Solís, elevó petición a don Carlos I para concederle su Gobierno, después de cruzar varias cartas se firmaron unas acostumbradas capitulaciones en 1525, por ello pasó a Coruña donde se construyeron los bajeles gracias al apoyo del conde don Fernando de Andrade (algún ascendente o amistad debía de existir para dejar Moguer y pasar a Coruña, lo que casi nos ratifica su procedencia), dio la vela el 15 de enero de 1525, con una carabela de 50 toneladas y un patache de 25, más como era para el río a piezas llevaban un bergantín (se solía denominar así a una pequeña galera) para montarlo cuando fuera necesario, llegaron a las Canarias y desde allí cruzaron el océano arribando al Río de Solís (por estas fechas comenzaba a perder su nombre, en favor de Plata) donde se encontró con Sebastián Caboto, quien se hallaba por haber cambiado de opinión, pues su expedición debía cruzar el Estrecho y llegar a las Molucas para su colonización, pero la llamada de la Plata le hizo quedarse, no tuvieron enfrentamientos y cada cual pasó a lo suyo, de hecho remontó el ríos Uruguay y Paraná, más un pequeño tramo del Paraguay, visto no podía quedarse por ser los nativos tan guerreros, decidió regresar a la Península y de paso avisar del extravió producido por Caboto. En su viaje de ida descubrió la isla de Fernando Noronha y la bahía de Todos los Santos. | ||
- | Permaneció casi diez años a la espera de poder volver al río, al ser autorizada la nueva expedición de don Pedro de Mendoza, fue llamado por ser un buen conocedor de la zona de destino, entregándole el mando de la carabela Concepción, unida a otras trece velas con dos mil ciento cincuenta hombres y varias mujeres, esposas de los capitanes que acompañaban al Adelantado, zarpando el 24 de agosto de 1535 desde Sanlúcar de Barrameda, después de un tranquilo viaje arribaron a Río de Janeiro el 3 de diciembre, dieron la vela y el 3 de febrero de 1536 a media legua al N., del Riachuelo de los Vientos se comenzó a construir la primera fortaleza en madera de Buenos Aires. | + | Permaneció casi diez años a la espera de poder volver al río, al ser autorizada la nueva expedición de don [[Mendoza_y_Lujan,_Pedro_de_Biografia|'''Pedro de Mendoza''']], fue llamado por ser un buen conocedor de la zona de destino, entregándole el mando de la carabela Concepción, unida a otras trece velas con dos mil ciento cincuenta hombres y varias mujeres, esposas de los capitanes que acompañaban al Adelantado, zarpando el 24 de agosto de 1535 desde Sanlúcar de Barrameda, después de un tranquilo viaje arribaron a Río de Janeiro el 3 de diciembre, dieron la vela y el 3 de febrero de 1536 a media legua al N., del Riachuelo de los Vientos se comenzó a construir la primera fortaleza en madera de Buenos Aires. |
Debió permanecer allí hasta el abandono de la población. | Debió permanecer allí hasta el abandono de la población. |
Última versión de 10:02 10 sep 2022
Diego García Biografía
Capitán General de Flota.
Descubridor.
Orígenes
Desconocemos su fecha y lugar de nacimiento, muy probablemente fue a finales del siglo XV.
Hoja de Servicios
No sabía leer, esto no le restó para ser un buen navegante
Navegó por la costa africana comerciando como era habitual en la época y como a tal por el Mediterráneo. Al conocerse el descubrimiento en principio continúo con su trabajo, comenzando saber de él al ser enrolado en la expedición de don Juan Díaz de Solís, al parecer con el cargo de maestre, cuando se hizo a la vela desde Sanlúcar de Barrameda el 8 de febrero de 1515, con la intención de encontrar el paso entre los dos océanos, tocaron en Santa Cruz de Tenerife, cruzando divisaron el cabo San Roque, llegando a San Agustín, más tarde a Río de Janeiro y bojeando descubrieron el Río de Solís, que pasó a llamarse de la Plata, por el cual ascendieron, pero solo en bote con vela latina al mando de Solís y unos pocos hombres, estos fueron atacados por los naturales y muertos todos; sus compañeros esperaron un tiempo y al ver que no regresaban decidieron hacerlo sobre la Península, donde arribaron en el otoño de 1516, pasando a residir en Moguer.
Regresó a su trabajo hasta saber que Magallanes iba buscando gente para su expedición y en ella se alistó, (algo falla, pues si en la primera era maestre, en esta no figura como a tal y como mucho debía ser marinero) el 20 de septiembre de 1519 dio la vela desde Sanlúcar de Barrameda, arrumbaron a las Canarias cruzaron el océano y bajando descubrieron el estrecho que les permitió salir al Pacífico, remontando paralelos arribaron a las Filipinas (Nueva Castilla para Magallanes), zarparon de Cebú el 1 de mayo de 1521 con rumbo a la Península donde fondearon el 6 de septiembre de 1522 de nuevo en Sanlúcar de Barrameda, después de haber dado por primera vez la vuelta al mundo, pero solo dieciocho hombres entre ellos un marinero por nombre Diego Gallego (era la costumbre del momento añadir el origen al nombre, esto a su vez nos puede indicar era natural de esta tierra, pues de los llegados es el único con el mismo nombre), lo bien cierto es que regresó de esta nueva odisea, pero habiendo ganado muchos conocimientos.
Como era de los pocos vivos que habían estado en el Río de Solís, elevó petición a don Carlos I para concederle su Gobierno, después de cruzar varias cartas se firmaron unas acostumbradas capitulaciones en 1525, por ello pasó a Coruña donde se construyeron los bajeles gracias al apoyo del conde don Fernando de Andrade (algún ascendente o amistad debía de existir para dejar Moguer y pasar a Coruña, lo que casi nos ratifica su procedencia), dio la vela el 15 de enero de 1525, con una carabela de 50 toneladas y un patache de 25, más como era para el río a piezas llevaban un bergantín (se solía denominar así a una pequeña galera) para montarlo cuando fuera necesario, llegaron a las Canarias y desde allí cruzaron el océano arribando al Río de Solís (por estas fechas comenzaba a perder su nombre, en favor de Plata) donde se encontró con Sebastián Caboto, quien se hallaba por haber cambiado de opinión, pues su expedición debía cruzar el Estrecho y llegar a las Molucas para su colonización, pero la llamada de la Plata le hizo quedarse, no tuvieron enfrentamientos y cada cual pasó a lo suyo, de hecho remontó el ríos Uruguay y Paraná, más un pequeño tramo del Paraguay, visto no podía quedarse por ser los nativos tan guerreros, decidió regresar a la Península y de paso avisar del extravió producido por Caboto. En su viaje de ida descubrió la isla de Fernando Noronha y la bahía de Todos los Santos.
Permaneció casi diez años a la espera de poder volver al río, al ser autorizada la nueva expedición de don Pedro de Mendoza, fue llamado por ser un buen conocedor de la zona de destino, entregándole el mando de la carabela Concepción, unida a otras trece velas con dos mil ciento cincuenta hombres y varias mujeres, esposas de los capitanes que acompañaban al Adelantado, zarpando el 24 de agosto de 1535 desde Sanlúcar de Barrameda, después de un tranquilo viaje arribaron a Río de Janeiro el 3 de diciembre, dieron la vela y el 3 de febrero de 1536 a media legua al N., del Riachuelo de los Vientos se comenzó a construir la primera fortaleza en madera de Buenos Aires.
Debió permanecer allí hasta el abandono de la población.
No se sabe exactamente donde ni cuando falleció, pero es curioso que en 1544 descubriera un grupo de islas, las de Chago, situadas en el océano Índico al S., de Ceilán y del archipiélago de las Maldivas, cuya isla la más grande lleva su nombre hoy en día, pese a pertenecer al Reino Unido éste la cedió a los EE. UU., hasta el año 2016.
Bibliografía:
Fernández de Oviedo Valdés, Gonzalo.: Historia General y Natural de las Indias. Edición y Estudio de Juan Pérez de Tudela Bueso. Biblioteca de Autores Españoles. Atlas. Madrid, 1992. Basada en la obra original de 1548.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.
López de Gómara, Francisco.: Historia General de las Indias hasta 1552. Tomo I Hispania Victrix. Tomo II Conquista de Méjico. Ediciones Orbis, S. A. Barcelona, 1985.
VV. AA.: Colección de Diarios y Relaciones para la Historia de los Viajes y Descubrimientos. Instituto Histórico de Marina. Madrid 1943 a 1975. Siete tomos. Revisado por el capitán de corbeta don Luis Cebreiro Blanco. Tomo IV = Diego García 1526-27, Pascual de Andagoya 1534, Sancho de Arce 1586, Sebastián Vizcaíno 1602-3, Francisco de Ortega 1631-6, Andrés del Pez 1687.
VV. AA. Historia General de España y América. Ediciones Rialp. Madrid, 1985-1987. 19 tomos en 25 volúmenes.
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