Extremadura (1902)

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Construcción:

 Foto del crucero Extremadura.
Extremadura. Colección D. Alfredo Aguilera.

Crucero protegido, financiado por la colonia española en Méjico. Se autorizó su construcción el 23 de abril de 1898, firmándose el contrato con el astillero cuatro días después. Construido en los astilleros gaditanos de Vea Murguía, convertida en noviembre de ese año en la Constructora Naval Española, donde se colocó su quilla el 23 de febrero de 1899, y a las dos semanas siguientes quedaba enramado en todas sus cuadernas hasta la encubierta protectora.

Debía llamarse Colonia Española de Méjico y se barajaron otros nombres, como el de Méjico, Patria, Puerto Rico, cambiando el nombre definitivo por el de Extremadura. Botado el 29 de abril de 1900. Entregado a la Armada el 31 de mayo de 1902. Costó casi cinco millones de pesetas.

Desplazaba 2.134 toneladas. Medía 88 metros de eslora, 11 de manga, 6,55 de puntal y 4,97 de calado. Tripulado por 226 hombres.

Disponía de dos máquinas verticales de triple expansión y ocho calderas Thornycroft que le daban una potencia de 7.000 caballos a tiro forzado, alcanzando una velocidad máxima de 19 a 20 nudos. Capacidad de carboneras de 432 toneladas y una autonomía de 4.320 millas.

Su casco era todo de acero, dividido, por mamparos, en 62 compartimentos estancos. Tenía un blindaje que recorría toda la eslora, compuesto por dos planchas de 25 mm de espesor cada una.

Armado con 8 cañones Vickers de 101 mm, 4 Nordenfelt de 57 mm y 4 ametralladoras (2 Maxim-Nordenfelt de 37 mm, 2 Vickers de 7,5 mm para desembarcos), además de una ametralladora Maxim de 7 mm para instalar en la lancha de vapor del crucero.

Historial:

Su primer comandante fue el capitán de fragata don Emilio Martínez de la Torre, tomando posesión el 10 de mayo de 1900, cuando el crucero se encontraba en periodo de alistamiento. Sus pruebas de mar comenzaron en febrero de 1902, prolongándose hasta el mes de abril de ese año, siendo entregado a la Armada el 31 de mayo de 1902.

El 20 de octubre de 1902 entraba en Mahón el crucero Extremadura para proveerse de carbón, amarrando en el muelle de la Isla de Pinto. Iba al mando de su comandante Martínez de la Torre. A la salida, su destino eran los puertos de Almería y Málaga.

En abril de 1904 se le otorga el mando al capitán de fragata don Ramón Estrada Catoyra, dándose la casualidad que por ser conocida su afición a la telegrafía sin hilos era amigo del representante de la empresa Telefunken don Julio Kocherthaler, quien le cedió dos equipos sin gasto alguno para su uso y evaluación de lo que significaba este nuevo medio de comunicación, el primero se montó en el crucero, el segundo en el acorazado Pelayo, con ello dio comienzo a una nueva forma de comunicarse sin los problemas antiguos de estar a la vista un buque de otro, significando un gran avance en su momento, en ambos buques se montó en la caseta del oficial de guardia, comenzando sus pruebas de evaluación que indudablemente sacó a la Armada del ostracismo, pero todo por amistad no por nueva inversión del Ministerio de Marina. Con su buque acudió a saludar al vicealmirante ruso Royestvensky a su llegada a Vigo el 26 de octubre seguido, a quien saludo a bordo del su buque insignia y le deseo tuviera mucha suerte en su misión contra el imperio japonés, entregó el mando del crucero en 1905.

A finales del mes de mayo de 1905 es nombrando comandante del crucero Extremadura el teniente de navío de primera clase don José Cuenca. En 1905 zarpó de Bilbao y asistió a las regatas de Kiel y Cowes, Inglaterra, trasladándose después a la base rusa de Cronstadt, donde hizo entrega de un mensaje del rey Alfonso XIII al zar de Rusia Nicolás II. En Cowes, Inglaterra, esperó la llegada a puerto de los reyes, en agosto de 1906.

El 2 de noviembre de 1906 llegó a Málaga con otros buques de la Escuadra de Instrucción, el acorazado Pelayo y el crucero Río de la Plata. En los días siguientes llegaron otros buques de la escuadra, los cruceros Carlos V, Princesa de Asturias, del destructor Osado y el cañonero Doña María de Molina. Recibieron la visita del rey Alfonso XIII.

Estuvo presente en Cartagena durante la visita del rey británico Eduardo VII y el español Alfonso XIII en abril de 1907. También estuvieron presentes la mayor parte de los buques de la Escuadra de Instrucción. En septiembre de 1907 se incorporó a los buques españoles fondeados en Tánger. El 8 de octubre seguido regresó a Cádiz a repostar víveres y carbón, aprovechando para entrar en el arsenal y hacer unas reparaciones.

En febrero de 1908 formó escuadrilla con los cañoneros María de Molina, Álvaro de Bazán y Marqués de la Victoria, con los que patrulló las aguas de Chafarinas para prevenir el contrabando de armas destinadas a los rifeños. A finales de ese mes de febrero fondeó en Larache.

Tras realizar otras comisiones en el Mediterráneo, regresó al norte de África, desembarcando en Tánger el 18 de septiembre de 1908 al representante español en esa ciudad, señor Merry del Val.

En mayo de 1909 condujo a su majestad el rey Alfonso XIII de Algeciras a Ceuta. Cuando comenzó la campaña del Rif, por los sucesos del 9 julio de 1909, el crucero se encontraba reparándose en La Carraca, incorporándose diez días después a las operaciones en el norte de África al mando del capitán de fragata don Joaquín Gutiérrez de Rubalcava y Villar. Realizó numerosas patrullas en la costa para evitar el contrabando, el abastecimiento de armas a los moros y el apoyo a las tropas del Ejército.

El 26 de abril de 1917 escoltó hasta el puerto de Cartagena, desde Las Palmas de Gran Canaria, al primer submarino de la armada, el llamado Isaac Peral, de numeral A-0, de construcción norteamericana, Cuatro meses después escoltó a España a tres nuevos submarinos construido en el astillero italiano de La Spezia, de la clase A, los denominados A-1 Narciso Monturiol, A-2 Cosme García y A-3. Con la llegada a España de los submarinos, el crucero se convirtió en buque nodriza para estos buques hasta la llegada en 1920, del buque comprado en Holanda para ese propósito, el Kanguro.

La guerra continúa en Marruecos, realizando muchos servicios de vigilancia, abastecimiento y bombardeo. En septiembre de 1925 tomó parte en el desembarco de Alhucemas, al mando del capitán de fragata don Genaro Eduardo Verdía y Caula.

Dado de baja el 31 de agosto de 1931, desguazado al año siguiente.

Bibliografía:

Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.

Andrés Vázquez, Ernesto.: “Hace ya 25 años. El desembarco de Alhucemas”. Revista Ejército. Año XI, nº 130. Noviembre de 1950.

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.

Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.

El Mundo Naval Ilustrado. Año III, nº 57. Madrid, 1º de septiembre de 1899.

El Mundo Naval Ilustrado. Tomo I. Segunda época, nº 9. Madrid, 10 de abril de 1900.

El Mundo Naval Ilustrado. Tomo I. Segunda época, nº 11. Madrid, 30 de abril de 1900.

Periódico La Vanguardia. Viernes, 26 de mayo de 1905.

Periódico La Vanguardia. Viernes, 27 de julio de 1906.

Periódico La Vanguardia. Martes, 8 de octubre de 1907.

Periódico La Vanguardia. Viernes, 2 de noviembre de 1906.

Periódico La Vanguardia. Viernes, 14 de febrero de 1908.

Periódico La Vanguardia. Sábado, 19 de septiembre de 1908.

VV.AA.: El Buque en la Armada española. Editorial Sílex. Madrid, 1999.

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