Almirante Antequera (1935)

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Construcción:

 Foto del destructor Almirante Antequera.
Almirante Antequera.
Colección Todoavante. Casaú. Cartagena.

Siendo ministro de Marina el almirante García de los Reyes se aprobó en 1929 la construcción de otros siete destructores de la clase Churruca, que sería la segunda serie. La formarían los destructores Almirante Antequera, Almirante Miranda, Gravina, Escaño, Jorge Juan, Ulloa y Ciscar.

Se colocó su quilla en Cartagena en el astillero de la SECN el 7 de agosto de 1930. Fue botado el 29 de diciembre de 1930. Entró en servicio en la Armada española el 30 de mayo de 1935.

Para ser identificado, llevaba pintado en la proa y por ambas bandas la inicial “AA”, las cuales desaparecieron en la guerra civil. Después de la guerra se volvió a pintar la inicial en cada banda, pero más retrasada, a la altura del puente. A partir de 1952 se sustituyeron las letras por números.

Las características eran prácticamente las mismas que los de la primera serie, aunque variaron ligeramente. Tenía un desplazamiento de 1.650 toneladas con carga normal y 1.914 toneladas a plena carga. Medían 101,5 metros de eslora, 9,7 metros de manga, 6,02 de puntal y 3,2 de calado medio. Su tripulación era de 160 hombres.

La planta propulsora estaba formada por cuatro calderas tipo Yarrow, conectadas a dos grupos de turbinas Parsons, alcanzando una potencia de 42.000 caballos que accionaban dos ejes y dos hélices. Alcanzó en pruebas los 36 nudos de velocidad, aunque en operaciones podía alcanzar una velocidad respetable de 34 nudos. Con 540 toneladas de combustible, tenían una autonomía de 4.500 millas a 14 nudos.

Armado con 4 cañones Vickers de 120 mm, dos cañones de 76 mm, 4 ametralladoras antiaéreas, seis tubos lanzatorpedos de 533 mm en dos montajes triples, dos morteros lanzacargas de profundidad.

Historial:

Cuando estalló la guerra civil, estaba adscrito a la 1ª flotilla de destructores con base en Cartagena. Desde el 17 de junio de 1936 se encontraba en Santander al mando del capitán de fragata don Rodrigo Núñez de la Puente. Se hizo a la mar el día 19 y llegó a Málaga el 21 de julio. El 23 de julio se puso al mando del alférez de navío don Ricardo Noval tras haberse entregado su comandante y otros oficiales, partidarios del alzamiento.

Pasó a operar desde Málaga, realizando patrullas en el estrecho para interceptar el tráfico enemigo. El 7 de agosto de 1936 salió de Valencia con el destructor Almirante Miranda para escoltar la expedición destinada a ocupar la isla de Formentera. Esa misma tarde partieron rumbo a Ibiza, bombardeando sus castillos. El 9 de agosto regresaron los dos destructores a las islas Baleares, trasladando tropas hasta Valencia. El 12 de agosto bombardeó el puerto de Soller, Mallorca, con el crucero Libertad. El 15 de agosto escoltó a los buques que participaron en los desembarcos en Porto Cristo, Mallorca, colaborando con las tropas en su avance hacia Manacor.

El 9 de septiembre formó parte de la escuadra republicana movilizada para proteger la llegada de Méjico del transatlántico Magallanes. Encontraron al mercante el día 10 al norte de cabo Espartel. Lo escoltó a través del estrecho con el destructor Almirante Miranda y el crucero Miguel de Cervantes.

Zarpó de Cartagena el 19 de septiembre y posteriormente de Málaga con la escuadra republicana que se dirigía al Cantábrico. Estaba al mando del teniente de navío don Vicente Ramírez. Con el destructor José Luis Díez fondeó en el puerto de Musel, Gijón, zarpando al día siguiente para unirse a la escuadra. El 7 de octubre bombardeó Ondárroa con el destructor Lepanto. El 13 de octubre iniciaron el regreso al Mediterráneo, fondeando en Cartagena el día 19. Hasta finales de 1936 realizó varias salidas de Cartagena para proteger el tráfico republicano.

El 14 de enero de 1937 salió con otros cruceros y destructores para proteger en la costa argelina a tres mercantes. El 20 de enero, al mando del teniente de navío Prado Mendizábal, sale de Cartagena con la escuadra para dar caza en el mar de Alborán a la escuadra enemiga, regresando a puerto al día siguiente.

El 3 de marzo de 1937 es destinado de nuevo al mar Cantábrico, saliendo de Cartagena al mando del alférez de navío don Ricardo Noval Ruiz. Al doblar el cabo de Gata, emprendió el regreso a Cartagena a causa de varias averías ocasionadas por el mal tiempo. Zarpó de nuevo el 6 de marzo y cruzó de noche el estrecho. De nuevo el mal tiempo obligó a su comandante a entrar en Casablanca por el mal estado de sus calderas. Permaneció en el puerto francés hasta el 8 de junio, saliendo rumbo a Cartagena camuflado como un destructor británico, con una tercera chimenea y pintado el numeral “H-22”. Descubierto por un hidroavión, que le lanzó un torpedo, fue disparado por varios cañoneros, pero consiguió llegar a Cartagena y entrar en el arsenal.

El 29 de junio es destinado a Valencia junto al destructor Gravina, regresando a Cartagena en el mes de julio. El 11 de julio sale de Cartagena para escoltar hasta la costa argelina a los mercantes Aldecoa y Juan Sebastián Elcano. Salió de nuevo el 19 de julio para escoltar con otros destructores a un mercante desde cabo Creus, entrando en Valencia la tarde del 21 de julio. Al día siguiente salió rumbo a Cartagena dando escolta a dos mercantes.

El 12 de agosto salió con el Churruca para escoltar al petrolero Campillo de Alicante a Cartagena. Al poco de zarpar, regresó a puerto al ser atacado por torpedos. El 21 de agosto salió con otros dos destructores dando escolta a un mercante hasta Barcelona.

El 6 de septiembre de 1937 salió de Cartagena con los cruceros Libertad y Méndez Núñez y los destructores Almirante Miranda, Almirante Valdés, Lepanto, Gravina, Jorge Juan y Escaño. Debían dirigirse a la costa argelina para proteger a tres mercantes que se dirigían a la URSS. Durante esta salida tuvo lugar el encuentro de Cherchel. Mientras se dirigían a Cartagena, fueron avistados por el crucero Baleares. Los destructores y mercantes pusieron rumbo sur, hacia el puerto argelino de Cherchel, mientras los dos cruceros republicanos se enfrentaron al crucero Baleares. Esa misma tarde se produjo un segundo encuentro sin consecuencias, mientras los destructores y mercantes entraron en Cherchel, donde los tres mercantes fueron internados por las autoridades francesas.

El 14 de septiembre salió de Valencia con otros destructores para una misión de escolta. El 17 de septiembre de 1937 salió de Barcelona escoltando a los mercantes Jaime II y J. J. Sister con los destructores Sánchez Barcáiztegui, Gravina y Escaño. Avistaron al crucero Canarias y el destructor Antequera le atacó con dos torpedos, que fallaron. Los destructores se enfrentaron con su artillería con el crucero Canarias, que logró un impacto en el Sánchez Barcáiztegui. Aprovechando su mayor velocidad, los destructores pudieron escapar, dejando sin escolta a los mercantes, que fueron capturados.

El 8 de noviembre salió con la escuadra, regresando a puerto el mismo día. Repitió la salida al día siguiente, llegando hasta la costa argelina, regresando a Cartagena dos días después.

El 5 de marzo de 1938 salió la escuadra para atacar Palma de Mallorca. En esta salida ocurrió el combate de Palos, donde resultó hundido el crucero Baleares. El destructor Antequera lanzó cinco torpedos contra el crucero.

No salió de Cartagena hasta el 18 de octubre, para realizar unas pruebas de máquinas. Salió de nuevo el 27 de octubre para realizar nuevas pruebas de máquinas y armamento. Se le había instalado una nueva artillería de 120 mm, de mayor alcance y tiro rápido.

El 27 de diciembre salió de Cartagena con otros buques para apoyar al destructor José Luis Díez en su intento de llegar al Mediterráneo.

Dejó Cartagena el 5 de marzo de 1939 con parte de la escuadra republicana. Fondearon en Bizerta, donde los buques quedaron internados. El 29 de marzo se puso al mando del capitán de corbeta don Ramón de Carranza Gómez. Salió de Bizerta rumbo a la Península y quedó incorporado a la 1ª flotilla de destructores.

Después de la guerra, realizó numerosas maniobras y actos protocolarios. El 1º de julio de 1946 salió de Ferrol rumbo a Marín la escuadra al mando del almirante González-Aller, compuesta por los cruceros Canarias, Almirante Cervera y los destructores Sánchez Barcáiztegui, José Luis Díez, Jorge Juan, Almirante Antequera, Císcar y Almirante Valdés. Permanecerán varios días en Marín, asistiendo a la festividad de la patrona la Virgen del Carmen.

El 16 de julio de 1950 se celebraron en Marín diversos actos en honor de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada española. Atracados en el muelle se encontraban varios buques de la Armada, entre ellos el destructor Almirante Antequera.

Entre el 15 y el 19 de octubre de 1950 se realizaron unas maniobras en el Atlántico. La escuadra de 45 buques, al mando del almirante don Alfonso Arriaga Adam se dividió en dos bandos, uno simuló llevar un convoy de Cádiz a las islas Canarias, mientras que otro bando trató de interceptarlo y destruirlo. En el primer bando se encontraba el destructor Almirante Antequera. El almirante Arriaga se encontraba embarcado en el crucero Canarias, que actuó como árbitro.

El 26 de febrero de 1952 llega a Las Palmas de Gran Canaria la escuadra al mando del almirante don Francisco Regalado que se encuentra de maniobras, formada por el crucero Galicia, insignia, y las 1ª y 3ª flotillas de destructores, basadas en Ferrol y Cádiz, respectivamente. La formaban los destructores Almirante Miranda, Churruca, José Luis Díez, Ciscar, Sánchez Barcáiztegui, Almirante Valdés, Almirante Antequera, Alcalá Galiano y Lepanto. La escuadra permaneció en las islas Canarias hasta mediados de marzo.

El 16 de septiembre de 1952 zarpó de Ferrol para realizar maniobras en las rías bajas los buques de la escuadra española mandada por el almirante Regalado. Estaba compuesta por los cruceros Canarias, insignia de la Flota, Almirante Cervera, insignia del contraalmirante don Santiago Antón, y Méndez Núñez, los destructores Ulloa, Sánchez Barcáiztegui, José Luis Díez, Almirante Antequera, Almirante Valdés, Jorge Juan, Ciscar y el minador Neptuno. Finalizadas las maniobras, a mediados del mes de octubre, la escuadra regresó a Ferrol.

La tarde del 1º de marzo de 1953 llegó al puerto de Málaga, desde Cartagena, el crucero Canarias, insignia del vicealmirante jefe de la Flota don Guillermo Díaz del Río, y la 1ª flotilla de destructores, mandada por el capitán de navío don Alejandro Mackinley de la Cámara, y compuesta por los destructores Sánchez Barcáiztegui, Almirante Antequera, Jorge Juan y José Luis Díez. La escuadra permaneció en Málaga hasta el 5 de marzo. Procedente de Málaga, llegó la escuadra a Ferrol 8 de marzo, finalizando una travesía que les llevó a Cádiz, Cartagena y Málaga.

En día 12 de mayo de 1953 dieron comienzo las maniobras de la escuadra con base en Ferrol. Mandada por el vicealmirante don Guillermo Díez del Río, está compuesta por los cruceros Canarias y Méndez Núñez, insignia de la 2ª Flota, siete destructores, dos minadores, dos cañoneros y otras unidades menores. La escuadra regresó a Ferrol el 11 de julio.

Al finalizar las maniobras generales del año 1953, la escuadra realizó un desfile, zarpando de Cádiz la tarde del 14 de octubre de 1953 rumbo al cabo de San Vicente. En el buque insignia de la escuadra, el crucero Canarias, embarcaron el jefe del Estado, el general Franco, el jefe del Estado Mayor de la Flota, el almirante Pastor y varios ministros.

La 1ª división de la Flota, mandada por el vicealmirante don Benigno González Aller, entró en Marín la tarde del 4 de octubre de 1954. Estaba compuesta por los cruceros Almirante Cervera, insignia, Méndez Núñez, los destructores José Luis Díez, Jorge Juan, Almirante Antequera y Almirante Valdés, el minador Júpiter, el cañonero Sarmiento de Gamboa, el torpedero Audaz y el dragaminas Lerez.

A primera hora de la tarde del 16 de febrero de 1955 entraron en Barcelona varios buques de guerra que, desde Galicia, realizan un viaje de instrucción, mandados por el comandante general de la flota vicealmirante Abárzuza y Oliva. Salieron de Ferrol y recalaron en Cartagena y Valencia el crucero Canarias, buque insignia, los destructores José Luis Díez y Almirante Antequera de la 1ª flotilla, Gravina, de la 2ª flotilla, Churruca y Alcalá Galiano de la 3ª flotilla, Ciscar y Almirante Valdés, de la 4ª flotilla, y el torpedero Audaz

El 20 de septiembre de 1955 salió de Ferrol la flota mandada por el vicealmirante don Felipe de Abárzuza, con insignia en el crucero Canarias. Las tres divisiones de la flota realizaron maniobras de conjunto en el Mediterráneo, concentrándose en Santa Pola. La escuadra visitó Barcelona el 4 de octubre de 1955. El 8 de octubre embarcó Franco en el crucero Canarias, desde donde presenció las evoluciones de la escuadra. Salió de puerto la noche del 8 de octubre y puso rumbo a las islas Baleares, seguido del resto de la escuadra. De vuelta en Barcelona, se celebró el 12 de octubre el día de la Hispanidad. El destructor Almirante Antequera estaba al mando del capitán de fragata Moscoso Parado. La escuadra puso rumbo sur y recalaron en Cartagena la noche del 30 de noviembre.

En octubre de 1957 se realizaron unas nuevas maniobras generales de la escuadra, mandada por el vicealmirante don Pedro Nieto Antúnez. En la primera fase de las mismas un grupo intentó bombardear una base en la bahía de Cádiz. Para la segunda fase se reunieron en Cartagena y parte de la escuadra intentó tomar Santa Pola. El 25 de octubre entraron varios buques en Palma de Mallorca y permanecerán hasta el día 27. Eran los cruceros Canarias, Almirante Cervera, Miguel de Cervantes y Méndez Núñez, insignia del contraalmirante Meléndez y comandante de la división con base en Cádiz, los destructores Almirante Miranda, Almirante Antequera, José Luis Díez, Jorge Juan, Lepanto, Churruca y Escaño y otros buques menores.

Mientras la Flota estaba concentrada en Palma de Mallorca durante las maniobras de conjunto, a primeros de noviembre de 1957 se recibió la orden de enviar tropas al Sáhara, apoyar al Ejército y patrullar la costa. Para cumplir las órdenes se crearon dos agrupaciones, la “A”, formada por los cruceros Canarias y Méndez Núñez y los destructores Churruca, Gravina y José Luis Díez, y la “B” con los cruceros Miguel de Cervantes y Almirante Cervera y los destructores Almirante Miranda, Almirante Antequera, Jorge Juan y Escaño. A mediados de noviembre se concentraron los buques en el Puerto de la Luz de Las Palmas de Gran Canarias, trasladándose después a Santa Cruz de Tenerife. Finalizadas las operaciones, los buques regresaron a primeros de 1958.

En el mes de mayo de 1958 se concentró la Flota en el Mediterráneo para unas maniobras que finalizaron en el mes de junio en la bahía de Cádiz en los ejercicios de desembarco llamados “Alif”, repitiéndose el desembarco en la última semana de octubre.

A finales de octubre de 1958 marchó a las costas gallegas la 3ª división de la Flota al mando del contraalmirante Sans Torres con el crucero Galicia y los destructores Churruca, Gravina, Ulloa y Almirante Antequera de la 3ª flotilla de destructores.

El 16 de noviembre de 1958 llegó a Santander la 3ª división de la Flota y se hicieron a la mar la tarde del día 20. Estaba compuesta por los cruceros Canarias y Galicia, insignia del contraalmirante don Pedro Sans Torres, comandante de la 3ª Flota, y los destructores Churruca, Gravina, Ulloa y Almirante Antequera, de la 3ª división de destructores al mando del capitán de navío don Marcial Sánchez, a bordo del Churruca. Pusieron rumbo a Ferrol, entrando en puerto el 21 de noviembre de 1958. Con la llegada de los buques se puso fin a las maniobras realizadas en las rías bajas y mar Cantábrico.

En julio de 1961 formaba parte de la flotilla de la Escuela Naval Militar en Marín junto al destructor José Luis Díez. El 4 de mayo de 1963 se realizó la operación anfibia “Pato I”, un asalto a las islas Cíes, a la entrada a la ría de Vigo. Entre otros buques, participaron los dos destructores, alumnos de la Escuela Naval y una agrupación de infantería de Marina de Cádiz, total, unos 525 hombres.

Tras servir varios años en la Escuela Naval, fue dado de baja el 1º de diciembre de 1965.

Bibliografía:

Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.

Álvarez-Maldonado Muela, Ricardo.: “50 aniversario del conflicto Ifni-Sáhara”. Revista General de Marina. Enero-febrero 2008.

Cervera Pery, José.: La guerra naval española (1936-39). Editorial San Martín. Madrid, 1988.

González, Marcelino.: Otros 50 Barcos españoles, Fundación Alvargonzález. Gijón, 2012.

Diarios ABC, La Vanguardia.

Semanario Vida Marítima.

Compilada por Santiago Gómez.

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