Montojo y Diaz, Saturnino Biografia

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Saturnino Montojo y Díaz Biografía



Óleo de don Saturnino Montojo y Díaz. Brigadier de la Real Armada Española.
Saturnino Montojo y Díaz.
Cortesía del Museo Naval. Madrid.


Brigadier de la Real Armada Española.

Orígenes

Vino al mundo en Ferrol el 6 de febrero de 1796, siendo sus padres don Pedro Montojo y Rodríguez, y doña Manuela Díaz y Pita da Veiga.

Hoja de Servicios

Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 4 de septiembre de 1812. Expediente N.º 3.233.

Sus notas fueron de sobresaliente, ello indicó debía proseguir en los estudios superiores los cuales comenzó, siendo ascendido a alférez de fragata el 15 de agosto de 1815.

En 1816 se trasladó a Madrid para ampliar estudios de física, química y matemáticas en la academia instalada en el mismo palacio Real, bajo la protección del infante don Antonio, a la sazón Almirante General de España e Indias, conforme iba siendo examinado, la nota era la misma por ello su profesor don Juan Mieg le tomó gran afecto.

En 1820 comenzó a desempeñar la cátedra de física del Ateneo de Madrid, permaneciendo hasta finales de 1821, en este periodo formó parte de la comisión central, para la composición de la carta geográfica de España a las órdenes de don Felipe Bauzá.

Por Real orden del 1 de mayo de 1823 se le ascendió al grado de alférez de navío, pidió tener servicios de mar y se le ordenó embarcar en el navío Asía, perteneciente a la división naval destinada al mar del Sur, a las órdenes del capitán de navío don Roque Guruceta.

Zarparon de la bahía de Cádiz el 13 de enero de 1824, doblaron el cabo de Hornos, poco después se enfrentó a una división al mando del comodoro Gais, británico, al mando de las fuerzas navales de Perú y Colombia, quien estaba bloqueando el puerto del Callao, al aparecer el navío mantuvo un breve combate, pues los insurgente ante su manifiesta inferioridad se pusieron en fuga y con graves averías en sus buques.

Al quedar dueño del territorio el general Sucre, el general Guruceta, dividió sus fuerzas, quedándose con el navío Asía y dos bergantines, zarpando con rumbo a las islas Filipinas, pero tuvieron que hacer aguada y tocaron en las Marianas, donde la tripulación se amotinó por ser de origen americano y aunque Montojo y los oficiales se defendieron, fueron vencidos por la gran diferencia de número, por ello se les obligó a desembarcar en aquellas islas.

En un fragata ballenera británica alquilada llamada Suplay zarparon del puerto de Umatag el 20 de marzo, arribando a Manila el 4 de abril, donde embarcaron en una fragata mercante zarpando en el mes de enero de 1826, arribando a la bahía de Cádiz el 7 de junio siguiente, el 22 seguido se le destinó como oficial de órdenes del apostadero de Algeciras, permaneciendo hasta el mes de octubre continuo, por ser destinado al Observatorio de Marina de San Fernando, a petición exclusiva de su director don José Sánchez Cerquero.

De nuevo pasó a las islas Filipinas a bordo del navío mercante Santa Ana, de la Real compañía del archipiélago, a su regreso en agosto de 1829 fue destinado definitivamente como astrónomo al Observatorio de San Fernando.

Muy pronto se dio a conocer en el mundo científico, pues no escondía sus grandes conocimientos, demostrados en varios escritos publicados en diferentes revistas especializadas, sirviendo de empuje la gran inversión realizada por el Gobierno al dotar al Observatorio de nuevo instrumental construido en el mismo, por constructores británicos, colocándolo a un gran nivel.

El 1 de diciembre de 1835 se le otorgó el título de miembro honorario de la Sociedad Científica de Gibraltar, en junio de 1836 fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de las Ciencias de Madrid, a ello el Gobierno añadió por Real orden del 4 de febrero de 1837 su ascenso al grado de capitán de fragata, con todas las consideraciones y honores.

Por Real orden del 19 de noviembre de 1839 se le nombró junto al capitán de navío don Antonio Martínez Tacón, para dilucidar junto a los portugueses la posesión de la isla Isabela situada en la desembocadura del río Guadiana.

Por Real orden del 8 de abril de 1840 se le volvió a distinguir con el ascenso a capitán de navío, comenzando a trabajar en la rectificación de las posiciones de un gran número de estrellas, contenidas en el catálogo de la Sociedad Astronómica de Londres, por no estar de acuerdo con las situaciones designadas en las cartas astronómicas.

En 1841 fue en comisión al Reino Unido por orden del Gobierno, para visitar los observatorios de aquel país, se informara y lo aplicara al de San Fernando.

Con este trabajo se dio la base para el gran catálogo, el cual contenía 8.377 estrellas fijadas en él, siendo publicado en 1845 por la «Asociación Britania», en este mismo año se creó el Colegio Naval de San Fernando, nombrándosele prefecto de estudios, pero sin dejar su puesto en el Observatorio.

Por encontrarse mayor don José Sánchez Cerquero, se le nombró Director en propiedad por Real orden del 29 de mayo de 1847 del Observatorio de San Fernando.

En 1848 le fue encargada la redacción del plan de estudios del recién creado Colegio Naval, publicó la «Aritmética y el Álgebra», no pudiendo hacerlo con la «Trigonometría», pues al mismo tiempo llevaba entre manos la reforma del «Almanaque Náutico Español»; el exceso de trabajo quebrantó su salud cayendo enfermo.

En 1851 le fueron concedidos los honores del grado de brigadier, pero no fue hasta 1855 cuando se le reconoció la efectividad en el grado y todo como una distinción extraordinaria, siéndole concedida la Cruz de Comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica.

Entre otras obras tradujo al español el «Tratado de Astronomía» de Herschel, dicen a instancias de unos amigos, pero fue tan bien realizado el trabajo que el propio autor le felicitó.

En 1855 fue nuevamente comisionado por el Gobierno para viajar a los países más importantes, científicamente hablando, para a su vez poner al día al nuestro, siendo recibido con aprecio en todos los visitados, pasando por el Reino Unido, Bélgica y Francia, donde en su capital visitó la exposición Universal de París.

Regresó del viaje muy empeorado de salud al resultarle pesado, por ello se puso a trabajar en su «Memoria» pero no pudo terminarla por completo, pues falleció en San Fernando a las diez y cuarto de la mañana del 13 de junio de 1856, cuando contaba con sesenta años de edad y, casi cuarenta y cuatro de inestimables servicios a España.

Su sucesor en la dirección de Observatorio, capitán de navío don Francisco de Paula Márquez, comunicó por carta el fallecimiento al Ministro de Marina, diciendo:

«Excmo. Sr.: A las diez y cuarto de la mañana de hoy ha fallecido después de esperimentar penosos y largos sufrimientos, el Brigadier de la Armada y Director de este Observatorio D. Saturnino Montojo.
Públicos son, Excmo. Sr., el extraordinario mérito y las virtudes que adornaban á este Jefe; y á V. E. menos que á nadie necesito encarecérselas; pero permítame V. E. algun descargo á mi dolor: permítame V. E., pues, decirle que como este suceso la nacion y la marina han pedido un ilustradísimo y como pocos fiel servidor; y que los empleados de este Observatorio y principalmente yo, lloremos por mucho tiempo la orfandad en que quedamos, pues no sólo hemos perdido un sábio Jefe, sino un excelente padre.
La aflicción de que me hallo poseido no me deja, Excmo. Señor, coordinar mis ideas para tributar un digno homenaje de admiracion y de respeto á la memoria imperecedera de un Jefe que tanto honor ha dado á la nacion y al cuerpo de la Armada, y á cuya estensa y profunda ilustracion en ciencias y en literatura, daban un bello realce su extraordinaria modestia, su dulzura de carácter, y sobre todo, su honradez á toda prueba, cimentada en la práctica de las virtudes cristianas. Quedo encargado interinamente de la Dirección del Observatorio hasta la resolución de S. M. — Dios guarde á V. E. muchos años. San Fernando 18 de junio de 1856. — Excmo. Sr. — Francisco de Paula Marquez. — Excmo. Sr. Ministro de Marina.»

Bibliografía:

Bordejé y Morencos, F. Fernando de.: Crónica de la Marina Española en el siglo XIX, 1800-1868 (Tomo I) Editorial Naval. Madrid, 1993.

Bordejé y Morencos, F. Fernando de.: Crónica de la Marina Española en el siglo XIX, 1868-1898 (Tomo II) Editorial Naval. Madrid, 1995.

Enciclopedia General del mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

González González, Francisco José.: El Observatorio de San Fernando (1831-1924) Ministerio de Defensa. Madrid, 1992.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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