Mercurio (1802)

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Construcción:

Dibujo de una corbeta, eran los buques que seguían a las fragatas en tamaño y algo más pequeñas, estaban preparadas para acometer misiones de control de zonas y por su poco calado aptas incluso para ciertos cauces de ríos, comenzaron llevando veinte cañones, pero transcurridas unas décadas llegaron a llevar los mismos que las fragatas pequeñas, la arboladura era igual a las de las navíos y fragatas, tres palos con velas cuadras, rectangulares, para navegar como sus hermanos mayores siempre mejor con vientos largos o portantes que les facilitara el buen avance.

Corbeta construida en Cartagena. Botada el 23 de diciembre de 1802.

Medía, 112 pies de eslora, 98 pies y 6 pulgadas de quilla, 30,30 de manga, 15,15 de puntal, 21 de plan, calado a popa de 14 pies y a proa de 12 pies y 5 pulgadas. Desplaza 300 toneladas.

Armada con 18 cañones de a 8 libras y 6 obuses de a 18.

Tripulada, según el reglamento de tripulaciones y guarniciones, con 8 oficiales de guerra, 3 oficiales mayores, 5 contramaestres, 2 carpinteros, 2 calafates, un armero, un buzo, un velero, cocinero, sangrador, 6 artilleros de preferencia, 21 artilleros ordinarios, 10 soldados de la Artillería de Marina, 34 soldados de Infantería de Marina, 20 marineros, 20 grumetes, 6 pajes.

Historial:

En 1802 se puso al mando del teniente de fragata don Francisco Pérez de Grandallana.

El 31 de agosto de 1803 salió de Montevideo con la correspondencia. Llegó a Ferrol el 9 de noviembre de 1803.

En noviembre de 1803 sale de Ferrol rumbo a Montevideo al mando de don Francisco Salazar. Regresa a Ferrol en julio de 1804.

En 1804 es puesta al mando del teniente de navío don Alejo Gutiérrez de Rubalcaba.

El 17 de mayo de 1804 zarpa de Montevideo y llega a La Coruña el 11 de julio.

En octubre de 1804 se encuentra en Ferrol al mando de don Francisco Pérez de Grandallana. Fue destinada junto a la corbeta Indagadora al apostadero del Callao, estando lista para zarpar en Ferrol, a falta de embarcar los víveres. El comienzo de la guerra y el bloqueo enemigo impidieron su salida.

En 1805 se encontraba armada y asignada al departamento de Ferrol. A primeros de agosto de 1805 pertenece a la escuadra de don Domingo Grandallana y se incorpora a la escuadra de Gravina a la llegada de ésta a Ferrol. Al mediodía del 10 de agosto sale de Ferrol con la escuadra hispano-francesa y fondea en la ría de Ares, fondeando posteriormente en Cádiz el 20 de agosto. Estaba al mando del capitán de fragata don Francisco Pérez de Grandallana.

Al llegar a Cádiz, Gravina ordenó desarmar la corbeta, y con su tripulación y la de la fragata Flora se habilitó al navío San Justo.

Por una Real Orden del 8 de noviembre de 1808 se pone al mando del teniente de navío don José Primo de Rivera, con el que zarpa de Cádiz rumbo a Valencia y a otros puertos de Mediterráneo para llevar pertrechos.

Al mando del teniente don José Primo de Rivera zarpa de Cádiz el 9 de julio de 1809 rumbo a Río de Janeiro, llevando a bordo al embajador español marqués de Casa Irujo. Posteriormente se dirige a Montevideo para llevar la correspondencia, llegando a puerto el 24 de septiembre de 1809.

Regresa a Cádiz desde Montevideo el 2 de marzo de 1810. Durante el temporal ocurrido en la bahía entre los días 6 al 8 de marzo, rompió los cables y abordó a la fragata Paz, sufriendo graves daños durante el temporal.

El 24 de mayo de 1810 zarpa de nuevo de Cádiz y entra en Montevideo el 5 de agosto al mando del teniente Primo de Rivera.

Tomó parte en el primer bloqueo de Buenos Aires a mediados de septiembre de 1810. La corbeta Mercurio era el buque insignia del teniente de navío Primo de Rivera, que mandaba la flotilla compuesta por los bergantines Belén y Cisne, las zumacas Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora de Aránzazu, el lugre San Carlos y los faluchos Fama, San Luis y San Martín.

La flotilla realista al mando de Primo de Rivera tuvo problemas con la escuadrilla británica en Río de la Plata. El comodoro Robert Elliot, comandante de la fragata Porcupine, respetando las operaciones españolas, decide dirigirse a Montevideo a la espera de órdenes del vicealmirante Michael de Courcy, comandante de las fuerzas británicas en el mar del sur, con base en Río de Janeiro. El teniente Robert Ramsay, comandante de la balandra Mistletoe, armada con 10 carronadas de a 18 libras, salió de Río de Janeiro con órdenes de defender los intereses británicos, desautorizando las medidas tomadas por Elliot.

El 11 de octubre, dos bergantines británicos fueron detenidos por la flota bloqueadora. Ramsay salió con la pequeña Mistletoe al encuentro de la corbeta Mercurio, y fondeó al costado y a corta distancia, tras lo que envió a su primer oficial con un mensaje en el cual protestaba enérgicamente por el bloqueo, negando al gobierno de Montevideo el derecho de cerrar el tráfico del Río de la Plata a los barcos de bandera británica y le daba el plazo de una hora para devolver los buques capturados, cumplido el cuál procedería a disparar sus cañones contra la corbeta española. Primo de Rivera se mofó de la amenaza, respondiendo que con sólo uno de sus cañones le bastaba para hacer volar al capitán y al pequeño buque británico. Ramsay respondió que era muy consciente de eso pero que no cambiaría su orden, que en una hora la Mistletoe sería ciertamente hundida pero el Mercurio sería atacado. Temiendo las consecuencias de hundir un navío de Gran Bretaña, optó entonces por liberar los buques y Ramsay regresó a Buenos Aires, donde fue recibido como un héroe.

A principios de noviembre arribó a Montevideo el vicealmirante Miguel de Courcy a bordo del navío Foudroyant, de 80 cañones. Tras la humillación de Primo de Rivera, Romarate debía hacerse cargo del bloqueo pero se vio obligado a levantarlo definitivamente ante la imposibilidad de hacerlo cumplir a los buques de bandera británica y al comprobar una conspiración de sus subalternos que se proponían apoderarse de su persona y sus principales oficiales y entregarse al enemigo. Primo de Rivera dejó el mando de la corbeta por enfermedad el 21 de octubre de 1811.

El 2 de enero de 1812 volvió a tomar el mando de la corbeta el capitán de fragata Primo de Rivera, que había ascendido el 24 de mayo del año anterior, para volver al bloqueo de Buenos Aires.

El 5 de marzo de 1813 salió de Montevideo rumbo a Lima al mando del comandante Primo de Rivera. Regresó a Montevideo el 28 de febrero de 1814 con 300.000 pesos. Al mes siguiente zarpa de nuevo con una división para socorrer en el río Uruguay a los buques del capitán de navío don Jacinto de Romarate. Debido a su mucho calado no pudo entrar en el río y regresó a Montevideo.

En mayo de 1814 quemó su último cartucho la escuadra realista. La escuadra al mando del capitán de navío don Miguel de la Sierra estaba formada por los bergantines Hiena y Cisne, sus únicos buques de valor, el resto, hasta trece unidades, eran buques heterogéneos, la mayoría eran mercantes e inservibles, entre los que se encontraba la corbeta Mercurio, al mando de don Pedro Hurtado de Corcuera y tripulado por 180 hombres.

La escuadra se hizo a la vela el 14 de mayo y la corbeta Mercurio cruzó con la fragata Hércules, insignia de Brown, los primeros disparos en el combate de Montevideo. Al atardecer emprendió rumbo a Montevideo con el falucho Fama y el lugre San Carlos, perseguidos por la escuadra enemiga, consiguiendo llegar a puerto. La derrota realista fue completa.

En 20 de junio concluyeron las conversaciones entre el general Vigodet y los sitiadores, entregando la plaza dos días después. La corbeta Mercurio fue una de las naves entregadas. Contaba, al ser capturada, con 20 cañones de a 8 libras, 6 obuses de a 18 y 2 carronadas de a 16.

Bibliografía:

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Paula Pavía, Francisco de.: Galería biográfica de los Generales de Marina. Madrid, 1873.

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